Me estoy poniendo a inventar varias presentaciones de los sándwiches de verdura caseros. Hoy, por ejemplo, me propuse hacer unos de algas, huevo, queso y garbanzo.
El procedimiento es igual a los de lechuga con queso, excepto porque se le echan garbanzos cocidos (en mi caso, una lata para dos unidades; la lata por el tema practicidad) y dos o tres huevos duros molidos -preferentemente orgánicos- sobre el pan con queso y espirulina.
Hay que echarle aceite primera prensión de oliva y de girasol -chorrito y chorrito para el relleno- y tostarlos en la plancha con el de oliva, también en pequeñas cantidades, lo cual le da un toque diferente a la textura.
Sobre la sal, preferí no echarle y sentir el sabor natural del huevo y del garbanzo, y de ahí los aderezos fueron mostaza y mayonesa para untar el pan.
El procedimiento es igual a los de lechuga con queso, excepto porque se le echan garbanzos cocidos (en mi caso, una lata para dos unidades; la lata por el tema practicidad) y dos o tres huevos duros molidos -preferentemente orgánicos- sobre el pan con queso y espirulina.
Hay que echarle aceite primera prensión de oliva y de girasol -chorrito y chorrito para el relleno- y tostarlos en la plancha con el de oliva, también en pequeñas cantidades, lo cual le da un toque diferente a la textura.
Sobre la sal, preferí no echarle y sentir el sabor natural del huevo y del garbanzo, y de ahí los aderezos fueron mostaza y mayonesa para untar el pan.
Por supuesto, se pueden hacer tostados o consumirlos en frío, y está la variante del pan integral para seguir realzando el sabor y el valor nutricional.
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