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domingo, 30 de junio de 2013

Un pan integral casero al estilo de la abuela

Tuve la visita de mi abuela hace poco. Está viviendo en Villa Mercedes, pero vino unos meses a vernos a modo de vacaciones y me enseñó una receta. Es una adaptación naturista que hicimos del pan casero común de ella, con harina integral en lugar de blanca.

Veamos el procedimiento para preparar dos o tres panes, de acuerdo con el tamaño que usemos.
  1. Colocar medio kilo de harina integral en un bol. Salar con sal marina a gusto. Con el cálculo a ojo, yo usé unas dos cucharaditas y media.
  2. Mientras tanto, leudar 50 gramos de levadura fresca en media taza de agua tibia o una tacita chiquita. En el agua debe ir una cucharadita de azúcar rubia o mascabo, y luego hay que tapar la mezcla levadura-agua-azúcar con otra cucharada de harina.
  3. Cuando la levadura se infle y llegue al borde de la taza, la volcamos sobre la corona de harina y agregamos una cucharada de aceite de oliva o de girasol.
  4. Mezclamos con las manos hasta tener la consistencia de la masa del pan y amasamos sobre la mesa. No tiene que pegarse ni desarmarse. Si falta, podemos agregarle un chorrito más de aceite, y si se pega se le puede añadir una cucharada adicional de harina integral.
  5. Dejamos leudar entre hora y hora y media, tapado con un trapo o bolsa, en un lugar cálido, y nos vamos preparando para el horneado.
  6. Cuando va estando, precalentar unos 3 o 4 minutos a fuego máximo el horno, con un pequeño recipiente metálico con agua en la base para que el vapor humecte la masa.
  7. Amasar, dar forma alargada a los tres panes (o dos) y luego distribuir en una asadera con unas gotitas de oliva o girasol debajo para que no se pegue.
Está listo cuando la cáscara está crocante y el relleno no se pega al pincharlo con un palillo, cuchillo o tenedor. Tarda entre 30 y 45 minutos, dependiendo de la potencia del horno.

Que lo disfruten. Puede ir en sándwiches, con las comidas o para acompañar la vianda que gusten.